domingo, 19 de agosto de 2012

LA EDUCACIÓN EMOCIONAL

Es curioso observar comportamientos similares de muchos padres hacia sus hijos que realmente no obtienen consecuencias positivas ni a corto ni a largo plazo.
Este es un tema que me inquieta mucho puesto que considero que la base emocional una vez se instala luego determina muchos de nuestros comportamientos, incluso decisiones importantes.


Veamos algunos comportamientos de los que hablamos:

  • Ignorar a los niños cuando se portan bien y llamarles la atención cuando se portan mal. Es decir, si hacemos la lectura del niño, pensará que ha de comportarse mal para que le hagan caso. Nada como reforzar positivamente ante un buen comportamiento; al menos tienen una clara noción de lo que esperamos que hagan.
  • Dar afecto cuando se comportan realmente como los padres esperan o desean. ¿Cuál sería la lectura aquí? Para que me quieran he de comportarme como ellos desean que lo haga. Te has dado cuenta que esta es la base de aquellas personas que hacen las cosas por agradar a los demás? Esto supone alimentar una baja autoestima. Por tanto, el mensaje es que hemos de entregar y sentir amor incondicional; "independientemente de cómo te comportes, te quiero por lo que eres, no por lo que haces". ¿Los niños que conoces crees que lo perciben de sus padres? Puedes imaginar ahora por qué le doy tanta importancia a la educación emocional observando por qué muchos de los casos que veo en los procesos de coaching tienen una carencia en este punto.
  • La distracción; esto lo observo constantemente y lo he vivido en mis propias carnes. Cuando un niño llora porque se le ha roto su juguete, es muy típico que le distraigamos con algo para que no se acuerde o no lo pase mal. ¿Cómo te sentirías tu si alguien te lo hiciera? Realmente le estamos diciendo al niño que no sienta emociones negativas; hay que distraerse para no sentirlas. Como bien he aprendido de Naomi Aldort, el “validar” ayuda a reconocerle lo que siente, respetándolo y dándole a entender que es libre de sentir malas y buenas emociones. Cuando acostumbramos a un niño a distraerse para no sentir emociones negativas este puede que en su adolescencia busque distractores para hacer más llevaderas sus emociones tan cambiantes y a veces incomprensibles. No quiero entrar en “qué tipo de distracciones” puede usar un adolescente para evitar sentir emociones negativas.
     Tres comportamientos muy conocidos y comunes pero con consecuencias significativas...

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